27 ene 2009




Asco en Sant Boi

La cobertura de la tragedia de Sant Boi pone en evidencia de nuevo a los medios de comunicación. Las fotos del dolor de los familiares son impúdicas, no aportan nada a la noticia y sólo buscan el morbo. Como periodista y padre, siento asco ante tal indignidad. Los funerales son un acto íntimo, no una atracción mediática: no todo vale para vender más periódicos y aumentar la audiencia. La pérdida de un hijo es lo peor que le puede pasar a una persona, pero compartir ese dolor con miles de ojos anónimos me parece repugnante. ¿Quién se acordará de estas familias cuando todo haya pasado? Nadie.

La función de los medios de comunicación no es vender el dolor humano sino buscar la verdad y reclamar a los políticos que no vuelvan a repetirse tragedias evitables. Aquí lo que interesa no es si una familia llora por la muerte de su pequeño sino las causas de la desgracia: ¿Por qué se hundió el túnel de bateo? ¿Por qué Protección Civil no impidió que la gente, y sobre todo los niños, salieran a la calle en pleno vendaval? Estas son las preguntas y las respuestas que deben publicarse en los medios y no una procesión de personas machacadas por la tragedia.

Señores de la prensa: hagan bien su trabajo. Como protesta, aunque sea simbólica, escribo este artículo en el que, por supuesto, no se publica ninguna foto del funeral. El dolor humano no es un producto de consumo.

Si alguien lee este blog, que no se quede con los brazos cruzados y escriba una carta de protesta a los directores de los medios de comunicación. ¡Basta ya de tanta inmundicia!

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