20 feb 2009

El ministro junto a su presa

Cazador cazado
Toda la polémica sobre el ministro Bermejo, me parece fuera de lugar. Que si caza o deja de cazar. Ha cazado desde niño, mató al primer animal a los 8 años y nunca ha ocultado su pasión para la caza, como cuenta en una entrevista en la revista Jara y sedal. Otra cosa es que le pillaran en un coto donde no tenía licencia o la extraña coincidencia en una cacería con el juez Garzón. Pero el quid de la cuestión es que se utiliza su afición como arma política. El Mundo lo tiene a huevo para desviar la atención de los escándalos de corrupción del PP. Saben que muchos ciudadanos, urbanitas, se escandalizan cuando ven a un tipo con una escopeta junto a su presa tiroteada.
Son los mismos ciudadanos que comen carne sin escrúpulos, carne de animales que han sido degollados en los mataderos. Es una vieja discusión que surge de periódicamente -la relación campo-ciudad- y que aprovechan los que quieren, nunca mejor dicho, marear la perdiz.
Algunos han comparado el episodio con la Escopeta nacional, una de las grandes películas de Berlanga, pero hay un filme más desgarrador, La caza, de Carlos Saura, donde se refleja el rencor, el odio y la ira que corroen a los humanos, sobre todo a políticos y periodistas, paradigmas de lo peor de nuestra raza.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La hipocresía de los de ciudad es inmensa. Detestan a los del campo pero bien que se comen un bistec o una butifarra. Ted Nugent

Anónimo dijo...

El PP sólo lo hace para despistar. Lo triste es que les está funcionando y Bermejo tiene los días contados. Maria

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