Las trampas de Maragall

El conseller Ernest Maragall ha anunciado a bombo y platillo que los niños entrarán una semana antes en clase, el 7 de septiembre. La mejora, largamente reclamada por los sufridos papás y mamás, se aplicará el próximo curso. Claro, que la cosa tiene trampa porque tendrán una semana de vacaciones en febrero. El motivo: no hacer enfadar a los docentes,que no quieren perder días de fiesta.
¿Y qué vamos a hacer con los niños estos cinco días? Es el talón de Aquiles del plan de Educació. Una solución es enviarlos de colonias a la nieve, pero la mayoría de familias, sobre todo en la pública, no podrán permitírselo.
El problema es el poco dinero que se gasta en educación en España, agravado por la crisis, y los privilegios de los docentes, que gozan de unas vacaciones que ni los ministros. no se quieren adaptar a las nuevas necesidades sociales.
La Federació d'associacions de Mares i Pares d'alumnes de Catalunya (FAPAC) ve positivos los cambios pero pide más recursos, como explica su presidente Walter García Fontes. Por su parte, los sindicatos critican la medida por precipitada. El mayoritario Ustec-Stes reclama su paralización para el próximo curso, y acusa a la conselleria de "intentar desviar el debate sobre otras medidas", en referencia a la ley de educación.
La medida tiene un aspecto muy positivo: y es que el mes de junio dejará de ser intensivo. ¡Ya era hora! Era una vergüenza que los maestros decidieran tener las tardes libres por la brava, gracias a ser mayoría en los consejos escolares. Hay que felicitar al señor Maragall. Lo cortés no quita lo valiente